La piel cambia a medida que avanzamos en edad, es una condición normal en todas las personas. La piel ya no tiene la misma hidratación y por lo tanto aparecen las arrugas, pequeñas manchas y la flacidez. El cuidado de la piel es importante y un buen maquillaje también lo es. Una buena rutina empieza limpiando el rostro con un algodón y agua micelar, luego aplicas un tónico adecuado a tu tipo de piel. Después sigues con unas gotas de sérum que puede contener ácido hialurónico. A partir de los 60 años, una base líquida de maquillaje con protección solar es una buena opción. El producto debe de ser hidratante con colágeno y reductor de poros así podemos hidratar la piel y dar luminosidad satinada y frescura al rostro.
Solamente si tienes las ojeras muy pronunciadas usas un corrector en crema suave que difuminas con pequeños golpecitos, en caso contrario sólo será necesario aplicar un contorno de ojos adecuado. Esperas unos minutos y comienzas a maquillarte. Sombras en tonos neutros o tierra en el párpado móvil, puedes o no aplicarte delineador y por último máscara de pestañas para resaltar la mirada. Terminas el maquillaje de ojos perfilando las cejas, ni muy finas, ni muy gruesas. Utiliza un rubor en las mejillas en tonos rosa o melón eliminando el exceso y por último el labial en colores claros o nude y brillo labial para dar la sensación de frescura. Los rojos, anaranjados y malvas también son los preferidos por muchas mujeres.
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